jueves, 18 de julio de 2013

De olivas ilustres

Hace mucho que quería conocer De olivas ilustres. Primo hermano de Enfundá la mandolina y de Dale perejil al toro, este lugar tiene una estética parecida, con alma de bodegón medio cocoliche pero con mucha onda.
La especialidad son las tapas, muchas de ellas usando productos regionales (de esos que ahora están de moda). Las porciones no son muy abundantes, aunque en la cantidad de platos uno termina bastante satisfecho. Eso sí, la presentación de los platos es excelente, muy original (servida en baldozas, mozaicos, chapas, copas y frascos) y divertida. La verdad es que no es un lugar que me encantó, pero sí creo que no está nada mal y que tal vez está bueno para ir con mucha gente y pedir una gran variedad de platos para probar cosas distintas.
La panera, merece una mención aparte. El pancito es buenísimo! Para arrancar nos trajeron pancitos con humus y queso crema con cebollita de verdeo. Muy bien para servicio de mesa.

Después arrancamos con un tapeo variado que no elegimos, sino que fue llegando uno tras otro (nosotros lo quisimos de esta forma): primero,  llegó una chapa alargada con dos palitos de brochette de carne picada rebozada con semillas de sésamo, mayonesa de morrón y papas fritas con mayonesa al alioli (me olvidé de sacarle foto). Rico, nada guauuu.
Después seguimos con un flan de choclo con compota de cebollas. El flan estab muy rico, algo excesivamente dulce para mi gusto, pero bueno. La compota de cebollas iba genial para cortar lo dulce.

 El siguiente paso eran aceitunas verdes rellenas con morrón, rebozadas y fritas con verduritas asadas (tomate, cebolla, berenjena y morrón) y clara de huevo. Pequeño (muy) pero rico.

De las aceitunas pasamos a un risotto de quinoa con hongos que estaba buenísimo (tanto que no llegué a sacarle foto). La quinoa muy bien cocida, cremosa y super sabrosa. Una de las cosas que más me gustó.

De ahí pasamos a unos bocaditos de zuccini con manzana y coco acompañados de una sopa de remolacha con crema agria. Esto no suele pasarme, pero no me gustó ni un poquito. La combinación de los bocaditos no "pega" ni un poquito. Y, como la remolacha de be ser una de las pocas cosas que no me gusta nada, la sopa no me pareció nada buena. La presentación, excelente.

Así como no me gustó el paso anterior, este me encantó. Era un ceviche acompañado de bocaditos de salmón ahumado con queso crema sobre una tostadita dulce y un chupito con camarones fritos. El ceviche estaba buenísimo y el salmón también. Los camarones, son buenos por sí solos, aunque creo que un langostino iría mejor...

El último paso era un poco más carnivoro. Un soufflé de queso con champignones, un ragú de osobuco y unas torrejas con morcilla, nueces y manzana.
 La verdad es que para este punto, a pesar del tamaño de los platos, me llené mucho. Lo del tamaño no es una crítica, entiendo que es mucho mejor que las porciones sean chicas para poder probar una variedad más amplia. No es caro, el lugar es muy lindo, está muy bien decorado, a pesar de que estaba lleno no es ruidoso y el servicio es excelente. Cada plato llegó en el momento justo en que terminamos el anterior. Creo que vale la pena darle una oportunidad, tanto para ir en pareja como para ir en grupo.



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