Nunca confié demasiado en los mágicos beneficios de la soja y sus derivados, y siempre me hizo "ruido" que algo que desconocíamos por completo hace quince años atrás, que nuestros abuelos y padres jamás consideraron en su dieta ahora fuera la panacea de la alimentación nutritiva.
Hoy encontré esta nota en una página web (http://bodyunburdened.com/soy-unhealthy/) donde detallan muy bien las razones por las que tenemos que dejar de incorporar innecesariamente soja a nuestro organismo (y digo innecesario porque hay cosas que podemos evitar, a pesar de que la mayoría de los productos industrializados que consumimos tienen soja en alguna de sus variantes). Les dejo la traducción del artículo y espero que podamos, como consumidores, hacernos cada vez más conscientes de lo que llevamos a nuestra mesa todos los días!
Por qué la soja no es un alimento saludable
(del sitio http://bodyunburdened.com/soy-unhealthy/)
Cuando pienso en la soja y sus llamados " beneficios para la salud , " veo de inmediato una versión mi misma con 15 años de edad, desayunado en la mesa de la cocina en la casa donde me crié. Es un recuerdo agradable ... hasta que vuelvo al tema de la soja. En mi adolescencia, ya era consciente de la importancia de la salud aunque no tenía un conocimiento real del sistema de alimentación y nutrición. Es decir, pensaba que un yogur sin grasa que contiene colorantes artificiales y edulcorantes era un alimento sano (y la esencia?) . En ese momento de mi vida, además, tomaba un vaso de leche de soja todos los días con mi desayuno.
Y cuando digo todos los días, me refiero a todos los días.
Era religiosa en esto: convencida de que la necesitaba para conseguir todos esos beneficios saludables para el corazón que había leído en la caja!
* cachetada en mi cara*
Hoy en día conozco un montón de cosas valiosas que me hubiera gustado saber en ese entonces: nunca intentes hacer tu propio agujero en tu oreja; el autobronceante rara vez funciona (y que la marca esa que usas está llena de cosas desagradables); la "Popularidad" es una construcción social de la escuela secundaria que no tiene significado real; los chicos son tontos y brutos hasta alrededor de los 23 años (y entonces la mayoría siguen siendo tontos y brutos); y la soja no es un alimento saludable.
Aunque estoy feliz de haber aprendido algunos de estos hechos por experiencia de primera mano, esto no se aplica a la última . Esto es porque al mirar hacia atrás a mi fase de consumidora de leche de soja, puedo hacer una conexión clara entre mi consumo de soja y mi ciclo menstrual irregular, algo que me dijeron que era "normal ", y que intentaron "arreglar" con píldoras anticonceptivas a la (temprana) edad de 15 años.
En realidad, lo que necesitaba revisar era mi dieta! No puedo explicar la frustración que hoy me provoca que primera pregunta que me hizo un médico no fue "¿Su dieta contiene soja?" como debería haber sido, ya que la soja afecta profundamente las hormonas y el ciclo menstrual, y se encuentra presente en todo el sistema alimentario de hoy.
Sin embargo, este no es el único efecto perjudicial para la salud de la soja.
Los peligros de la soja:
La historia entera de la soja elaborada por el Dr. Daniel Kaayla hace referencia a miles de estudios científicos que vinculan a la soja:
- Desnutrición
- Trastornos digestivos
- Inmunodeficiencia
- Mal funcionamiento de la tiroides
- Disminución de la función cerebral y problemas de comportamiento en los niños
- Aumento de la infertilidad
- Aparición de pubertad temprana en niños
- Aumento del riesgo de cáncer
- Aumento del riesgo de enfermedad cardíaca
Estas enfermedades de la salud son el resultado de diferentes propiedades de la soja :
Fitoestrógenos: es un estrógeno de origen vegetal que imita al verdadero estrógeno, y la soja contiene más que cualquier otra fuente. Los altos niveles de estrógeno pueden conducir al cáncer de mama, la pubertad precoz, infertilidad, disminución de la libido, y tumores fibroides uterinos. Sorprendentemente, los fitoestrógenos consumidos por bebés en la fórmula a base de soja (aproximadamente 20-25 % de los niños estadounidenses reciben por lo menos una fórmula a base de soja en su primer año) es igual a tomar 4 píldoras anticonceptivas todos los días.
Bociógenos: suprimen el funcionamiento normal de la tiroides, encargada de regular el metabolismo. Por otra parte, una isoflavona llamada genisteína inhibe la producción de la hormona natural de la tiroides y la capacidad de absorber los nutrientes. Una tiroides dañada puede causar aumento de peso, fatiga, menstruación irregular, y pérdida de la función cognitiva.
Ácido fítico: bloquean la capacidad del sistema digestivo para absorber nutrientes. Por esta razón, muchos estudios han relacionado la soja con la desnutrición.
Por otra parte, la soja OGM (genéticamente modificada) plantea sus propios riesgos para la salud. La soja GMO fue creada para impartir resistencia al herbicida Roundup tóxico (**elaborado por Monsanto). Aunque esto aumenta la eficiencia agrícola y ofrece a los consumidores de soja un producto más barato, como resultado, la soja que se consume está cargada con este pesticida tóxico. La soja GMO también contiene genes de bacterias que producen una proteína que nunca antes ha sido parte de la cadena alimenticia humana . Esta proteína se ha relacionado con un aumento en las alergias . Por otra parte, el único estudio publicado sobre el impacto de los alimentos transgénicos en la alimentación humana comprobó que el gen insertado en la soja OMG transfiere esta bacteria al ADN de nuestro intestino y sigue funcionando en él. Esto significa que después de años de haber dejado de comer soja OGM, todavía podemos tener esta proteína potencialmente alérgica produciéndose continuamente en nuestros intestinos. Dado que el 91% de la soja cultivada en los EE.UU. es soja modificada genéticamente, esto es muy preocupante .
Soja fermentada de soja sin fermentar vs
Para entender la controversia que rodea a la soja, hay que entender la diferencia entre la soja no fermentada (a la que me he referido y voy a referir simplemente como "soja" ) y la soja fermentada.
La soja fermentada es el centro de muchas dietas asiáticas tradicionales y se consume principalmente como condimento. Como tal, en todos los casos, los asiáticos sólo comen 2 cucharaditas de soja fermentada por día. La fermentación destruye los "anti-nutrientes" de la soja , por lo que es seguro de consumir con moderación. Por esta razón, la soja fermentada tiene beneficios para la salud cuando se consume en pequeñas cantidades, como en las dietas tradicionales de Asia.
Pero el resto del mundo no está consumiendo soja fermentada. Y el resto del mundo no está comiendo 2 cucharaditas al día. Y para colmo de males, el resto del mundo está comiendo principalmente la soja OMG.
¿Por qué la soja está en todas partes?
En primer lugar, muchas personas todavía creen que la soja es un " alimento saludable " y por lo tanto la demanda sigue siendo alta. Es importante señalar que los estudios que alaban los beneficios de la soja, por lo general no hacen distinción entre los productos de soja fermentados y no fermentados.
En segundo lugar, la soja es un relleno barato y fácil de incluir en los alimentos procesados para las compañías de alimentos. Como Food Renegade explica en su artículo "Los peligros de la soja":
" La soja fue una cosecha modesta y poco popular hasta que los fabricantes de alimentos tuvieron la intención de crear aceites vegetales baratos y convencieron al gobierno de EE.UU. de que comenzara a subsidiarlos. La soja se convirtió en aceite y la industria se quedó con un producto de desecho industrial. Entonces alguien tuvo una idea brillante: Vamos a tomar este producto de desecho industrial lleno de toxinas y carcinógenos -proteína de soja aislada- y convertirla en alimento que la gente va a comer!"
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Evítarla!
Simple y llanamente, leer las etiquetas de los ingredientes. Aunque en realidad, la soja es una razón más para eliminar los alimentos procesados de tu vida .
Si confias en la soja como fuente de proteínas vegana, es el momento de diversificar. Hay un montón de otras fuentes de proteínas vegetarianas por ahí: las nueces, semillas, verduras de hoja verde, quinua , habas, granos germinados. Si tomás leche de soja, considera hacer un cambio a otras leches no lácteas como el coco, el cáñamo o la leche de almendras (sólo asegúrese de evitar este carcinógeno escondido en la leche).
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